SOL GENERAL
Darío Vera
Aquellos 500 francos suizos que pagó Miguel Mansur en el año 2020 para defender a Correcaminos de la injusticia histórica que hasta hoy lastima al fútbol mexicano, hoy valen más que un tesoro.
Eso fue lo que costó interponer una denuncia que al final desestimó el órgano internacional llamado Tribunal de Arbitraje Deportivo y que fueron cubiertos por el entonces presidente del pajarraco azulnaranja.
La denuncia que no pudo prosperar es la bandera que hoy institucionalmente el Club Correcaminos puede ondear para justificar su desistimiento de participar en cualquier movimiento que lo haga contrapuntearse con la Federación Mexicana de Fútbol y la Liga Expansión MX, en momentos en los que precisamente no le conviene llevar la contra.
Para poner en contexto, este martes los seis clubes que siguen en pie de lucha de la protesta iniciada a la conclusión del Clausura 2025, dictaron rueda de prensa en un hotel de la calle Hamburgo en la Capital mexicana, ahí, a unos cuantos pasos de la columna de la Independencia que corona la victoria alada, mejor conocida entre la tropa como El Ángel.
Rueda de prensa en la que no se dijo nada nuevo, salvo que Cimarrones también desistía. Sí, están luchando por lo justo pero cada vez más son una voz en el desierto, cada vez más débil, cada vez más lejana.
Todos aquellos que nos regimos por el sentido común, por la integridad del deporte y el bien del espectáculo, nos mantenemos firmes en nuestro deseo del retorno del ascenso y el descenso, pues la ilusión de llegar un día a la Primera División era lo único que le ponía emoción a este maltrecho segundo nivel del fútbol mexicano, sin ello, no hay propósito y no vengan con cuentos de formar jugadores porque aquí mismo en Victoria vemos que eso les vale menos que dos cacahuates.
Las represalias que la liga ha tomado contra los clubes que se unieron al movimiento iniciaron de inmediato, de entrada, retirándoles el subsidio mensual de dos millones de pesos, que quién sabe en qué se gasten pero que algunos clubes, como el de casa, prefirieron mantenerlo que hacer lo moralmente correcto.
¿Qué harán?, ¿otra liga?, les van a decir que adelante, que la puerta está muy grande, ya hubo otros proyectos como la Liga de Balompié Nacional que nació con muy buenas intenciones, pero muy malos resultados.
¿Buscan justicia?, están en el lugar equivocado; si la FIFA con su incongruencia en el tema de la multipropiedad lo interpreta a conveniencia, imagínense ustedes lo que no pueda hacer una federación y una liga corrupta como la mexicana.
Por eso hay quien prefiere ver los toros desde la barrera y es lo que hace el equipo de la Universidad Autónoma de Tamaulipas; sumarse a una demanda, ¿para qué? Si en 2020 sólo dos equipos más le siguieron la corriente, si les va a costar perder los 20 millones de pesos anuales que les da la Federación para mantenerse y más aún, si les van a revivir investigaciones de apuestas y amaño de partidos… ¿alguien dijo demanda?… en Correcaminos entendieron bien que para tener lengua larga hay que tener la cola corta y aquí algunos hasta sucia la traen.