SOL GENERAL
Darío Vera
La andanada de publicaciones en medios digitales que se ha acrecentado en las últimas horas en contra del Rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), no será factor de distracción para las tareas que atañen a la figura de Dámaso Anaya Alvarado como primer responsable de lo que pasa en torno a la Máxima Casa de Estudios en Tamaulipas.
Y por supuesto, en el orden de prioridades, aspectos fundamentales como lo académico y el orden administrativo ocuparán los primeros sitios, antes incluso que ver por aquellos ataques que hasta podrían calificarse de ruines, pues una cosa es tener desacuerdos con formas y estilos de trabajo, pero tocar a la familia en cualquier plano es imperdonable.
A qué viene el desglose de la situación que actualmente prevalece en el seno universitario, habrá de preguntarse usted y con justa razón, pero se lo explico enseguida, pues Correcaminos no es ajeno.
En pleno ataque externo o interno (pues no descarte el llamado fuego amigo) la posibilidad de que se nombre al relevo de Javier Armando Garibaldi de la Teja ya está en la oficina del 8 y 9 Matamoros.
Y eso tampoco priva que haya intereses opuestos enfrentándose por el poder.
Mientras que desde la misma Torre Bicentenario hay quien pretende influir en la decisión, metiendo con calzador a un personaje que ya fue rechazado al menos en una ocasión por Anaya Alvarado, todo indica que dicha influencia se diluyó pues sería cuestión de horas para que la decisión se oficialice y favorezca a alguien con las credenciales suficientes para obtener el cargo.
Fue el 9 de septiembre cuando vino el manotazo en la mesa que tumbó de la dirección técnica a Héctor Hugo Eugui, mismo día que Garibaldi decidió poner pies en polvorosa y dimitir al cargo de presidente.
Y aunque, casualmente, también haya una campaña en redes sociales por querer blanquear su gris gestión, achacando todos los males actuales a Ricardo Chávez Medrano, a Jorge Urbina y al mismo rector, todo mundo está consciente que hoy en gran medida se están pagando las consecuencias de su mala planeación y poca autoridad para meter en cintura a varios holgazanes al interior del club.
No quiero ser malpensado y encontrar relación entre ambas campañas; eso será para otros análisis.
En tanto los detalles terminan por afinarse y el misterio se dará por concluido, el equipo se alista con modificaciones para recibir a Dorados el viernes; si la urgencia y obligación del pajarraco azulnaranja por ganar, aún no la sentían tan fuerte, los sinaloenses vienen como último lugar de la tabla, uno debajo de la UAT, ya si a este no se le gana, mejor que se retiren.
Además de la baja de Capeluto del plantel, habrá más jugadores que no entran en planes de Urbina para sostener este encuentro, lo cual debe reflejarse en mejoría, aspirando que sea el resultado donde más se vea… pero ya con que no le peguen al vedetismo, no peleen con la gente y se les vean ganas de ganar, la afición se daría por bien servida.