A pesar de las restricciones impuestas por Estados Unidos a China, especialmente en el sector de semiconductores, Huawei ha logrado lo que parecía imposible o al menos muy difícil: ensamblar una computadora portátil sin depender de componentes o software extranjeros.
Se trata de la Qingyun L540, un equipo que incluye un procesador de diseño propio y un sistema operativo de fabricación china. Actualmente, Huawei lo está distribuyendo entre gobiernos y grupos estatales de todo el país bajo la bandera de “innovación tecnológica” o Xinchuang.
Según información revelada por TechInsights, la laptop de Huawei cuenta con un procesador Kirin 9006C, fabricado en Taiwán en 2020, antes de que entraran en vigor los controles de exportación de Estados Unidos. La compañía dispone de una gran cantidad de estos chips de 5 nanómetros.
En cuanto al almacenamiento, incluye una tarjeta SSD de 512 GB, fabricada por SK Hynix a finales de 2020, posiblemente en una planta del grupo surcoreano en China. El chip de Wi-Fi y Bluetooth ha sido desarrollado por HiSilicon, subsidiaria de Huawei, mientras que los amplificadores de audio provienen de Goodix, empresa con sede en Shenzhen.
Sin embargo, el controlador USB es de origen estadounidense, provisto por la empresa Microchip, y se utiliza para gestionar la comunicación entre el procesador y los dispositivos conectados a los puertos USB.
El sistema operativo es Unity, de fabricación china y basado en Linux, acompañado de programas de ofimática similares a los de Microsoft. Estos programas han sido desarrollados por Kingsoft, una compañía de software china, y guardan los archivos en formato “.wps” en lugar del “.docx”, en el caso de Word, utilizado por Microsoft.
Un cambio en proceso
Según Ars Technica, la laptop de Huawei es el resultado de una cadena de suministro tecnológica nacional que abarca semiconductores, hardware y software básico. Este impulso se debe a una directiva del gobierno chino que ordenó la eliminación gradual de equipos que usaran procesadores estadounidenses.
Desde que esta directiva se implementó a finales de 2023, las agencias centrales de China han cambiado sus compras, optando por laptops con chips de empresas chinas en lugar de CPUs de Intel o AMD. Actualmente, tres cuartas partes de los equipos adquiridos incluyen procesadores de compañías como Huawei, Shanghai Zhaoxin y Phytiun, siendo la Qingyun L540 la que encabeza la mayoría de los pedidos.