SOL GENERALA
Darío Vera
Hay una frase muy del barrio que dice, “primero la querías aunque fuera pelona y ahora la pides con trenzas”, que podría describir perfectamente la situación que rodea en este momento a Correcaminos.
El equipo de Héctor Hugo Eugui atraviesa en este momento, la mejor de sus etapas desde hace varios torneos, hablando única y exclusivamente de lo deportivo, porque respecto a su imagen y entorno, está por demás decirlo vive una grave crisis a raíz del tema de las apuestas.
Pero hoy justamente hablaremos de la parte del fútbol cancha y sus resultados.
Y es que es un hecho que en gustos se rompen géneros y que el fútbol resulta ser muy subjetivo; lo que para usted es más fácil de la suma de 6 es un 3+3, hay quienes se les hará más simple el 2+2+2, aunque el resultado sea el mismo.
Me explico: aquí el fin es ganar, no importando las formas.
Eugui Simoncelli defenderá a ultranza lo que su equipo hace y lo verá perfecto en las transiciones y el dinamismo que desde su óptica considerará realiza en el terreno de juego; cada desdoble lo calificará como oportunidad de gol y aunque el tiro vaya sin fuerza o bastante desviado, lo catalogará dentro de los avances de su plan de juego.

Tal vez para usted, dentro de su óptica eso no le satisfaga y lo vea aún como un equipo que se le dificulta mucho encontrar la portería rival, que pierde mucho el balón o no conecta a la hora de elaborar una jugada ofensiva.
Es más, los últimos dos técnicos que han venido al Marte R. Gómez, tanto Hugo Real como Washington Sebastián Abreu, hayan expresado opiniones sobre el sistema ultra defensivo de Eugui, son justamente eso, opiniones y puntos de vista.
¿Pero qué cree?, el equipo está ganando.
Tres triunfos al hilo para el equipo de la UAT no son poca cosa y hoy, aunque todavía le restan seis jornadas al torneo, la calificación a una liguilla donde el pajarraco azulnaranja no llega desde el 2017, está en sus propias manos.
Salvo el juego contra la U de G, el resto de los compromisos en casa el aficionado se ha ido con una sonrisa en el rostro, producto de saborear las mieles del triunfo… “haiga sido como haiga sido”, dirían los clásicos.
Entonces, si el torneo pasado los triunfos fueron escasos, el antepasado y el anterior a ese también, ¿por qué ponerle pero a las formas?, si lo importante es ganar.
Aquí ya nadie se acuerda del proyecto de los jóvenes y el talento local y la oportunidad a los tamaulipecos, ¡qué va!, hoy todo mundo goza de caravanas, goles, victorias y la esperanza de una calificación a la fiesta grande… lo demás es lo de menos, al cabo tiempo hay mucho, si ya esperaron 30 años, que no se aguanten uno más.