Alejandro Paz/ La Expresión
CIUDAD VICTORIA. —La Secretaría de Salud de Tamaulipas, tuvo que devolver 32 millones 476 mil pesos, al dejar de ejercerlos en el IMSS-Bienestar y el extinto INSABI, para fortalecer el sistema de salud en las regiones de alta y muy alta marginación.
Los recursos estaban destinados a utilizarse en el 2023 para la adquisición de medicamentos, equipo médico, conservación y mantenimiento de unidades médicas, compra de computadoras e impresoras, así como la rehabilitación de hospitales en áreas donde las personas no tienen recurso para ir a un médico y menos seguridad social para atender sus enfermedades.
Los fondos provenían de los programas del IMSS-Bienestar y el extinto Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), organismos creados para garantizar la atención médica gratuita a la población sin seguridad social. Sin embargo, a pesar de que el dinero fue asignado, no se utilizó en los rubros para los que estaba destinado.
Las auditorías 1974, 1968 y 1975 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) advierten la ineficiencia de la SST para ejercer el recurso que le es enviado a Tamaulipas para cumplir con el acceso universal a la salud.
El dinero fue retenido por el órgano fiscalizador para devolverlo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El subejercicio de estos recursos ocurre en un contexto donde hospitales y clínicas del estado enfrentan escasez de medicamentos, falta de equipo y deficiencias en infraestructura.
En particular, las comunidades más vulnerables de Tamaulipas siguen sin recibir mejoras en la atención médica, a pesar de que el dinero estaba etiquetado específicamente para ellas.
La auditoría de cumplimiento 1974, correspondiente al Programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral, señala que Tamaulipas desperdició 24 millones 707 mil 318 pesos que debieron utilizarse en la conservación y mantenimiento de unidades médicas, medicamentos y la adquisición de bienes de inversión como equipo médico, computadoras o impresoras.
En la auditoría 1968, que revisa el dinero del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, expone que la SST retuvo dinero en sus cuentas, impidiendo la ejecución de seis millones 570 mil 900 pesos “y por consecuencia, dichos recursos no fueron destinados a los objetivos del fondo”.
Finalmente, en la auditoría número 1975, la SST no ejerció un millón 198 mil 200 pesos en favor de las personas sin seguridad social, en las regiones de alta y muy alta marginación para llevar a cabo acciones de infraestructura, en la modalidad de conservación y mantenimiento en unidades médicas.