Ahora muchachos son intocables; “antes mi Maestro me daba tunda”, dice Arnulfo

Clemente Zapata M./LaExpresión
CIUDAD VICTORIA. —Luego de celebrar la iniciativa presentada ante el Congreso local, que busca proteger a los docentes de agresiones, difamación o extorsión, Arnulfo Rodríguez Treviño reconoció que “ahorita están intocables los muchachos”, cuando en el pasado, en su época de estudiante, su maestro de primaria le daba una tunda y “llegaba a la casa y mi papá me agarraba con la cuarta”.
El secretario general de la Sección 30, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), evidenció —en forma de queja— que, hace mucho tiempo los padres dejaron de ser aliados de los profesores.
“(Ahora) marcamos una norma disciplinaria que nos compete y están esperando (los papás) a que llegue el Profe a poncharle una llanta o ponerle una nota en el periódico”, dijo.
Y agregó: “Nosotros lo que queremos es una formación cívica; aparte de eso, los muchachos son tan inteligentes ahorita, tan listos que están viendo lo que pasa en la sociedad y eso no pasa en la escuela; en la escuela el maestro quiere aplicar la disciplina y se ofenden los muchachos”.
Como ejemplo, Rodríguez Treviño mencionó lo que se presentó hace unas semanas en un plantel educativo de Altamira, en donde el director de un Cbtis fue golpeado por los alumnos y posteriormente dado de baja del plantel.
“Entonces llega el momento que cuando llega un Director o llega un maestro con una disciplina de cambiar esto y ya lo ven como adversario a nosotros nos deseducaron de otra manera”, detalló.
En ese contexto, Rodríguez Treviño remarcó la importancia de revisar la conducta de los alumnos e incluso de los padres de familia, “yo siempre he defendido al padre de familia y estoy con ellos, pero también ahora tienen que estar con nosotros”.
El Secretario General de la Sección 30, planteó que al menos cada dos meses, los padres de familia sean llamados por los docentes para decirle en qué condiciones se está desarrollando la formación de sus hijos.
“(para) Decirles: tu hijo anda bien, se puede mejorar, pero aplícate tú, como padre de familia, como nosotros (…) Y cuando le duela la cabeza al papá, por la conducta del hijo, que vaya con nosotros y establecemos una disciplina”, finalizó.