Redacción/La Expresión
CIUDAD MADERO. —El alcalde Erasmo González Robledo recurrió primero a la fuerza pública para reprimir a los comerciantes del mercado rodante de la Colonia Lucio Blanco y después ofreció una solución a medias que solo beneficia a un grupo, dejando al resto sin respuesta ni espacio para trabajar.
Tras el desalojo, el Ayuntamiento anunció que únicamente una parte de los oferentes podrá instalarse los miércoles en la Colonia Candelario Garza. En cambio, a resto de los comerciantes que pretendían colocarse en la colonia Lucio Blanco se les negó el permiso con el argumento de encuestas vecinales y oficios de Pemex y de otras instancias.
La administración municipal se escuda en trámites burocráticos y resoluciones parciales, mientras decenas de familias que dependen de esta actividad siguen en la incertidumbre. El amparo con el que cuentan solo los protege contra detenciones, pero no les garantiza su derecho al trabajo.
La estrategia del alcalde Erasmo González Robledo deja en claro que el uso de la fuerza fue la primera respuesta y el diálogo llegó tarde y de manera incompleta, reflejando una política que margina a los comerciantes y fractura aún más la relación entre ciudadanía y gobierno en Ciudad Madero.
Solución a medias en Ciudad Madero tras represión a tianguistas
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