La proyección anoche del show de Juan Gabriel, grabado en Bellas Artes no sólo llenó la plancha, también animó hasta al más tímido y puso a bailar a los asistentes con su música
“¡Alberto, sigues con nosotros, igual que Pedro Infante y José Alfredo”, es la frase que Eulalio González, de 80 años, lleva con orgullo en un cartel en medio de la multitud que, emocionada, alborota el Zócalo de la Ciudad de México en la espera de revivir uno delos conciertos más emblemáticos deJuan Gabriel.
Para Eulalio, estar en el Zócalo es un privilegio incomparable. “Esto es una cosa hermosa, aquí, en el corazón de nuestro México. Mucha gente quisiera estar aquí, pero no puede, y yo tuve la fortuna de venir”, dice y deja clara su pasión por la música mexicana y el orgullo de ser parte del tributo.
Pero este no es el único cartel que Eulalio ha creado. Tiene varios dedicados a los grandes de la música mexicana.
“Este es para Juan Gabriel, pero también tengo para Javier Solís, José Alfredo Jiménez y Pedro Infante. Soy muy aficionado a la música mexicana. Hace un año fui a Dolores Hidalgo a rendir homena je a José Alfredo, que cumplía 50 años de fallecido”, relata con ese brillo en los ojos que sólo los verdaderos apasionados muestran.
Eulalio recuerda perfectamente el día que Juan Gabriel falleció. “Estaba trabajando cuando mi hija mayor vino a decirme: ‘Está saliendo en la tele que murió Juan Gabriel’. No lo podía creer. Lo había visto bien en sus últimas entrevistas, pero cuando salieron los periódicos, supe que era verdad. Nos sorprendió mucho, él sólo tenía 66 años, muy joven aún, y conmocionó a todo el pueblo mexicano”, cuenta con nostalgia.
Para este señor, amante de la música, Juan Gabriel comparte el mismo pedestal que otros grandes íconos de la música mexicana, como Pedro Infante y José Alfredo Jiménez.
“Yo a Juan Gabriel lo pongo casi al mismo nivel que José Alfredo. Claro, con estilos diferentes, pero como compositor es igual de grande”, afirma con convicción, sosteniendo con orgullo su cartel.
Su familia que lo acompaña lo había dejado que caminara por el lugar, ya que “le gusta mucho presumir” sus carteles, aunque la gente piense que “está loco”.
Eulalio es uno de los miles que abarrotan el domingo, a las 19:00 horas, la plancha del Zócalo, para disfrutar de la proyección del concierto que Juan Gabriel grabó en Bellas Artes en 2013 y con el que celebró 40 años de carrera.
Una voz femenina da la bienvenida: “Una vez más, Juan Gabriel nos reúne en el Zócalo”, se escucha para comenzar la proyección con la que, de paso, terminan las actividades musicales del sexenio.
Desde los asientos más alejados, algunos disfrutan cómodamente, grabando cada momento con sus celulares, especialmente durante las primeras canciones como “Parácuaro” y “Mi pueblito”.
Sin embargo, es con “Querida” cuando la multitud empieza a animarse de verdad, cantando y bailando, y para cuando suena “Caray”, el Zócalo entero se convierte en una pista de baile que contagia hasta los más tímidos.
Entre la multitud se ve gente de todas las edades, todas unidas por el amor a la música de Juanga.
Algunas jóvenes llevan coronas de luces en la cabeza, mientras que otras, como Guadalupe, portan objetos conmemorativos, como una manta con el rostro del Divo de Juárez que compró durante el homenaje al cantante en Bellas Artes tras su fallecimiento.
Si bien el cielo amenaza con una tormenta, deja que el público disfrute la velada que no pudo ser en la Cineteca Nacional el pasado 14 de septiembre, debido a que se sobrepasó la asistencia.
A ocho años de su fallecimiento, Juan Gabriel refrenda su poder de convocatoria y que su legado trasciende el tiempo y el espacio.
Con información de El Universal