MAREMÁGNUM
Mario Vargas Suárez
Quizá muchos ciudadanos del mundo -de donde me diga- desconocen la tarea principal de los legisladores.
En México son llamados diputados y otros senadores que, juntos, conforman el Poder Legislativo, se supone de esa triada de poderes son Legislativo, Judicial y Ejecutivo. En ese orden, porque los primeros hacen las leyes que regulan las relaciones entre los actores directos del gobierno y la sociedad. Los segundos verifican se cumplan las leyes aprobadas por los otros poderes y el ejecutivo, hace lo que se cumple lo que ordenan.
El Poder Judicial, hasta ahora tiene la autonomía, para actuar, conforme los legisladores dictan las normas de convivencia entre los ciudadanos y las relaciones que se desprenden con el gobierno.
Algunos mexicanitos de pensamiento no distinguen la diferencia entre diputados federales y locales. Baste decir que los primeros hacen leyes para todo el país… Los locales solo para las entidades federativas a las que pertenecen (por eso son locales). A este grupo de pequeño pensamiento, consideran que es efímero su actuar.
Por lo anterior, los presidentes del país buscan con interés en que su partido gane el mayor número de escaños (sillas en las cámaras) para que tenga la mayoría de votos. Pero no es una mayoría simple (la mitad más uno) … Sino una mayoría calificada (dos terceras partes del total), según marca la propia Constitución.
Lo anterior sirve de marco para una noticia publicada por Claudia Vega donde nos advierte que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cuya responsabilidad es aplicar la legislación fiscal y aduanera, con el objetivo de que las personas físicas y morales contribuyan proporcional y equitativamente al gasto público.
Lo que pocos sabemos es que el SAT tiene facultades para acceder a la información bancaria de los contribuyentes, desde donde accede a los ingresos y egresos, verificando el origen regular de los dineros que entran al banco.
Los depósitos a nuestras cuentas, para el SAT no es escuchado aquello del ‘secreto bancario’ y esas cosas de películas y telenovelas. La verdad es que las instituciones financieras del país no están fuera del alcance del SAT, porque esta entidad de Hacienda, puede tener acceso a las cuentas de los usuarios o contribuyentes y hacer retiros de dinero si existe un adeudo, ya sea por el pago de una multa o de que se haya descubierto alguna irregularidad.
Esa es la muy triste realidad, pues el poder legislativo así lo autorizó en su momento, porque esas son las defensas que hacen nuestros representantes en el Congreso (diputados y senadores), pero que solo los contadores públicos y los abogados en derecho Fiscal conocen bien del tema.
En otras palabras, el SAT tiene la facultad de afectar las cuentas bancarias de los contribuyentes cuando advierte alguna irregularidad, cuando ejerce la acción de retirar una cantidad de dinero por medio de transferencias hasta por el monto de los adeudos fiscales actualizados y sus accesorios como recargos, multas y gastos de ejecución.
Lo peor es que todas estas acciones, se realiza sin que se percate el contribuyente. Según la misma Ley, aunque se adiciona que en tres días el banco reporta al SAT el monto de los depósitos transferidos a la cuenta de la Tesorería de la Federación… aunque el SAT notificará al contribuyente sobre el movimiento a través del buzón tributario o personalmente, siempre y cuando, el SAT tenga registro de el correo electrónico o sea localizable en el domicilio fiscal, de lo contrario la notificación se realiza por estrados o notificaciones en la oficina correspondiente.
Dice la periodista Claudia Vega que, si el contribuyente ve como “…irregular el monto retirado de sus cuentas, entonces bastará con demostrarlo ante las oficinas del organismo más cercanas a tu domicilio fiscal, presentando las pruebas ante el SAT, quien valorará la situación y de acuerdo a su veredicto procederá a la devolución o no de la cantidad transferida en exceso en un plazo no mayor a 20 días a partir de que notifica.”
La nota periodística me recordó aquello de que “…primero lo fusilas y luego averiguas.”
Concluyo este espacio con la pesadumbre de tamaulipeco, por el tema de inseguridad, no solo por las acciones de la delincuencia organizada, sino por las irresponsabilidades ciudadana cuando alcoholizados provocan accidentes automovilísticos con registro de fallecimientos.