VIDA DIARIA
Rosa Elena González
Como dijera el divo de Juárez, JUAN GABRIEL, en una famosa canción, “Pero que necesidad, para que tanto problema, no hay como la libertad de ser, de estar, de ir, venir, amar, andar, así sin pena”.
Lo anterior viene a colación porque se siguen viendo en redes sociales muchos mensajes de odio después de una semana de celebrada la elección, desacuerdos sin sentido de personas que quizá hasta tenían una buena amistad y eso para nada abona a la cordialidad,
a la estabilidad de una sociedad.
Unos y otros deben de entender que las campañas electorales ya terminaron, que unos ganaron y otros en el camino se quedaron, pero se vive en la misma ciudad donde seguramente se encontrarán y siempre será mejor llevar la fiesta en paz pues nunca se sabe cuándo
se puedan necesitar.
Ya basta de burlas para los contingentes que no lograron la victoria, pero también de poner en entredicho los triunfos, bastante violencia se tiene en otros ámbitos como para que, por una contienda electoral donde ni siquiera son los protagonistas de la historia,
unos y otros anden causando lio, enojo, odio.
Es momento de reconciliación, tender la mano al caído y alzar la mano al ganador, el país, nos necesita a todos unidos, trabajando en el mismo sentido, dejar atrás los resentimientos y ver al futuro sabedores que los triunfos y derrotas no son para siempre.
Cierto que a veces es difícil aceptar que no se tendrá el puesto que se esperaba si su candidato o candidata ganaban, pero la política así es, no siempre se gana, por lo tanto, no queda de otra que darle vuelta a la hoja y aplicarse con sus destrezas y habilidades para que sucedan cosas mejores.
Pero tampoco es para nada sano que quienes están en el equipo ganador se la pasen burlándose de los equipos que no alcanzaron el triunfo, al contrario, deben agradecer a DIOS y al pueblo que les dijeron un voto de confianza y la oportunidad de servir, de trabajar por el bien común, sin perder el piso.
Por lo tanto, es mejor llenar las redes sociales de mensajes de paz, armonía, extender la mano al caído, eso les da más valía que un mensaje de odio que degrada más a quien lo emite que a quien lo recibe, pues se deja ver la calidad de persona que es cada quien.
Insistimos, las campañas electorales ya pasaron, los apasionamientos también deben de guardarse, demostremos que más que gente común en ideologías o amor por tal o cual color, se es buen ser humano, que quizá a quienes insultan hoy mañana los pueden necesitar, de ahí que siempre será mejor apostarle a la cordialidad y cada quien, ganadores o no, puedan comportarse a la altura, darle vuelta a la hoja y seguir por el camino del bien y ya cuando lleguen nuevamente las contiendas, si así lo desean o conviene a sus intereses, pues desentierran el hacha de guerra.
Hoy es momento de reconciliación, de entender que cada quien tiene sus sueños y esperanzas por las cuales le apostaron a tal o cual proyecto, pero el que no alcanzó la victoria con civilidad aceptarlo y el ganador entender que será gobernante o representante de todos los ciudadanos, dejar los rencores atrás y trabajar, sin revanchismos, por todos y para todos, demostrando por qué fueron los más votados y recordando que quizá en unos años nuevamente necesite el voto de confianza de todos.
Ante los mensajes de odio que circulan en redes sociales, de equipos ganadores o perdedores, insistimos, es mejor apostarle a la cordialidad, un buen mensaje refleja buena educación y sensibilidad política, los insultos o burlas solo muestran la calidad humana de quien los emite y como dijera JUAN GABRIEL, pero que necesidad, para que tanto problema.