Maremágnum
Mario Vargas Suárez
Una verdad innegable es que el detenido en Florencia, Italia y extraditado a los Estados Unidos, el exgobernador por Tamaulipas, Tomás Yarrignton Ruvalcaba, fue quien implantó el Programa Inglés en la Escuela Primaria, con cargo al erario local.
En este sexenio tamaulipeco, la educación básica se fortaleció no solo con el plan de llevar la lengua extranjera a los escolares para su aprendizaje, sino que también el conocimiento y manejo de la computadora como herramienta necesaria, hecho que dio a Tamaulipas el título vanguardista social.
Los profesores contratados para ambos programas, dicho sea con toda la verdad del mundo y sin ofender a nadie, fueron improvisados en cuestiones pedagógicas, ya que la exigencia -en el caso de inglés- era que hablaran, escribieran y leyeran en ese idioma.
En cómputo era saber lo básico de esa herramienta. En ambos programas, los profesores debían tener estudios mínimos de bachillerato y el compromiso de capacitarse los sábados en unidades de la Universidad Pedagógica Nacional en el estado y en la Autónoma de Tamaulipas.
El otro gobernador tamaulipeco, también en la cárcel, en espera de su extradición, también a Gringolandia, el victorense Eugenio Hernández Flores, recibió la promesa de la Doña, Elba Esther Gordillo del SNTE, de gestionar las plazas federales a los profes de inglés y hasta se formuló y registró la licenciatura en Lengua Inglesa en la Universidad Pedagógica Nacional, unidades de Tamaulipas y la cursaron los profesores de inglés.
Los Priístas Tomás, Eugenio y Egidio recibieron promesas de altos funcionarios de la Secretaría de Educación Pública para ‘basificar’ a los maestros del programa de inglés, que por cierto llegó a todos los grados de la escuela primaria, la secundaria y había planes para expandirlo hasta preescolar.
Sin duda alguna que la funcionaria pionera del inglés en Educación Básica fue la riobravense, Blanca Aurelia Anzaldúa Nájera.
Tocó al gobierno de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que por fin las plazas federales se otorgaron por medio de concurso y pareciera no hubo problemas con la asignación.
Los argumentos para que el Programa de Inglés en la Educación Básica de Tamaulipas siga siendo una herramienta de importancia en la educación, es por el mundo globalizador en el que estamos inmersos; además claro de la ubicación geográfica con Gringolandia.
Pareciera que el problema sigue estando en el dominio de la pedagogía específica para la enseñanza del idioma, aunque es cierto que los ‘teachers’ puedan dominar el idioma.
Será interesante el punto de vista de los maestros regulares, los que ‘prestan’ los grupos a los que enseñan inglés, porque el aprendizaje del idioma extranjero se lleva a cabo dentro de la jornada regular, por lo que se han identificado a profesores y directivos que consideran “tiempo perdido” por este programa.
Argumentan los docentes titulares que pese a las horas a la semana que ‘prestan’ a sus alumnos para lograr una condición bilingüe, “…no hay avances de ninguna índole, porque los niños ni hablan, leen o comprenden nada en inglés… son palabras sueltas las que pronuncian, pero no sostienen una charla simple…” afirma una maestra de la zona conurbada del sur de Tamaulipas.
Algunos ‘teachers’ aseguran que por indicaciones superiores son ‘desviados’ de su labor docente, cuando directores e inspectores les señalan actividades administrativas distintas a las del contrato “…por necesidades de la escuela”.
Lo malo del tema es que existen trabajadores de la educación que buscan el conflicto, la confrontación con autoridades educativas o sindicales, de tal forma que utilizan las redes sociales para incitar a los profes de inglés.
Se leen mensajes en redes ‘…enfrenten una lucha por sus derechos laborales’ aduciendo la conquista de la basificación y capacitación y hasta ofrecen ‘toda la asesoría legal y de lucha sindical para el logro de sus objetivos’.
Están identificadas organizaciones de profesores con línea nacional, ya de la excarcelada, Elba Esther Gordillo, que anhela regresar al viejo edificio sindical del SNTE; aunque también han aparecido seguidores de la agonizante CNTE.
La tarea se queda para investigación, análisis y toma de decisiones acertadas de Mario Gómez Monroy, titular de educación en Tamaulipas, sobre todo para evitar las sorpresas que pudieran empezar a desestabilizar al gremio.